martes, 7 de julio de 2009

Salida de Cesantía


06:45 de la mañana.
El descanso fue corto.
La habitación filtra llantos de niños hambrientos,
gritos de necesidad alimentaría.
Hay que escucharlos antes de salir.
Hay que reiterarles las promesas falsas.
Hay que obligarlos a sonreír sobre la flema,
la bronquitis,
las coseduras en el poto,
la diarrea,
la desnutrición.

Pobres hijos míos.
¿Dónde me llevan hoy estos quejidos?

Mujer.
Acércame el abrigo.
Acércame el periódico.
Besame fuerte directo y adentro de mi garganta que me trago tu saliva,
que te recuerde mientras camino.

07:45 de la mañana.
Permanezcan todos en casa.
No los envíes al colegio.
Déjalos que duerman.
Que no adviertan ninguna carencia.
Mantenlos invisibles durante mi ausencia que yo volveré pronto,
un empleo me espera.
Adiós.