domingo, 13 de septiembre de 2009

Poema 02


Tu lengua me ahoga en el metro de mi viaje.
Te prendes al mínimo roce surcando muslos esperando que vuele la ropa que apresa tu ansia.
Y no me bastan ni me importan las manos ni los dedos que se calan invencibles entre cruce y cruce.
Tenemos que encontrar un lugar.
Las ganas me tienen tieso,
Severo,
Áspero entre indicios u asomos.
Quiero llegar donde se agasajan los miembros.
Medio metro de calle y ahí puedes obligarme a sucumbir en ti.
En ti y en ti duro y retardado sin sesos que hablar ni pensar.
Gesto alternado que minoriza la hora y el apuro por llegar pronto a casa.
Ninguno de los dos se debe a los compromisos.
Te pondré como lo pides.
Me rasmillare hasta las bolas por darte un segundo de vida.
Te busco incomodo adentro muy dentro.
Te detienes porque los ojos de nuestro público nos han despertado.
Debemos volver a nuestros puestos.
Tú y tu descanso.
Yo y mi letargo.
Con lo mejor que nos quedamos:
Un acuerdo a volver a intentarlo,
pero no bajo los escombros de una iluminada calle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario