miércoles, 16 de marzo de 2011

Extracto de Job, adaptación del libro bíblico. Otra obra más sin ver la luz. Fruto de pasiones inconclusas. Objetos de la historia.


(Terremoto aun sigue)

Job: Señor mío, piedad de los hombres. ¡Piedad como último favor! Si es que pudiera yo ser útil en algo. Si es que debiera abandonarme dejándome ser. Si es que yo fuese complemento de algo. Si es que vinieran justas razones al pensar. Si es que pasearan correctas visiones solo por volar huyendo de aquí. Si es que me colmaran los más puros deseos mientras sigo creciendo. Si es que los seres del mundo abrazaran en afecto emotivo; Yo podría dar gracias sin desvíos ni mayor descenso. Podría empujar el día como un huracán avanza hacia una ciudad, “gigante”, directo, digno de respeto. Pero nunca. ¡Nunca olvidando tus voces como aliento de padre! ¡Quítalo todo! ¡Arráncalo de raíz! ¡Déjame sin techo! ¡Ni con una cuarta rebanada de todo mi triunfo! Aun así, de hombre que soy te diré: Yo sigo. Porque tu oro es el único infranqueable en todo mi mundo. ¡Ven y llévame al río de sangre aplastada!

¡Piedad! ¡Quítame los ojos y arráncame los tímpanos que la tierra truena quebrándome de miedo!

Desnudo salí del vientre de mi madre
Y desnudo volveré allá. (Rasga sus vestiduras)
Jehová dio y Jehová quitó:
¡Bendito sea el nombre de Jehová!

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