miércoles, 3 de febrero de 2010

Replica


Aquí se rinden dadivas a la autodestrucción.
Escriba quien sea.
Yo:
La mitad del mundo habita inanimada.
La otra,
fustiga su propia mortalidad.
Los ángeles no rescatan nuestras enfermedades.
La religión perece
y las instituciones incitan la continua nulidad.
La depresión es un amante lisonjero.
La prosperidad; un cadalso bien iluminado.
La relaciones personales; una riña ego-centrista.
El cariño entre familia; una dinastía mal agradecida.
Los sueños y los ideales; una vergüenza mal gastada.
El orgullo, la moral, el respeto y cuantas otras conductas de nuestra fracasada cultura;
una ruptura disecada.

¿Qué piensas?
¿Qué recuerdas?
¿Qué te obliga?
¿Qué te hostiga?
¿Qué mentira te gobierna?

Aquí la vida se hace mas corta y aún tú compites la recompensa pasajera de un simple galardón.

Este miserable arte difícilmente servirá tu cena.
Nutrirás en urticarias y te volverás mendigo.

Correrás a mil puertas y pedirás permiso.
Estarás condenado a vivir de los servicios.

Aquí se rinden dadivas a la autodestrucción.
Escriba quien sea.
Continúa tu.
Nunca es suficiente uno solo por decir.

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